Plan de Gestión de la Sonsera

En el 2012 los pescadores del sonso en Cataluña veían como la pesquería iba a ser prohibida por incumplimiento de la regulación europea de artes de tiro a pesar de ser una pesca tradicional, selectiva y de bajo impacto. Pescadores, administración, científicos y ONGs trabajaron en un plan de gestión de la pesquería, para obtener una excepcionalidad de la Comisión Europea y así poder seguir ejerciendo la pesca. La pesquería del sonso es a día de hoy un modelo de cogestión a nivel estatal y europeo.

Costa del Maresme y Costa Brava, Cataluña

LA PESQUERIA

 

La pesca del sonso (Gymnammodytes spp) se realiza mediante un arte de tiro llamado localmente como “sonsera” a poca profundidad y distancia de la costa. En la actualidad operan 26 embarcaciones en la pesquería, la cual se localiza en el Maresme y la Costa Brava, más concretamente en las localidades a de Barcelona, Badalona, Arenys de Mar, Blanes, Sant Feliu de Guixols, Palamós i l’Estartit. La sonsera también se utiliza para capturar excepcionalmente la llengueta (Aphia minuta,  Crystallogobius linearis).

La zona de pesca se caracteriza por una ligera pendiente dominada en su mayoría por fondos arenosos con manchas de Posidonia oceanica. A lo largo del litoral predominan largas playas al Sur, que se suceden con zonas más rocosas, acantilados y calas al Norte. En la zona figuran áreas de especial interés para la conservación incluidas en la red Natura 2000 que protegen principalmente hábitats rocosos, praderas marinas y poblaciones de delfín mular, junto a zonas de importancia para las aves.

RETO / OBJETIVO

 

En el 2012, la Comisión Europea (CE) anunció la intención de prohibir la pesquería del sonso por ausencia de una regulación específica que cumpliera con el Reglamento de Pesca (CE) 1967/2006 en relación a una serie de limitaciones de la actividad pesquera a cierta profundidad y distancia de la costa. Por consecuencia, la pesquería del sonso se veía obligada a justificar una excepcionalidad que cumpliera con medidas técnicas de aplicación para asegurar la sostenibilidad del recurso pesquero y la conservación del medio marino.

Desde entonces se ha trabajado en una nueva forma de gestionar esta pesquería, es decir, un cambio que permitiera a los pescadores participar e intervenir de manera más directa en el control de los recursos pesqueros y la toma de decisiones, siempre basado en la evidencia y el asesoramiento científico. Se promovió la creación de un comité interdisciplinar para la cogestión de la pesquería del sonso siguiendo un principio adaptativo y considerando aspectos biológico-pesqueros, sociales y económicos.




PASOS REALIZADOS

 

En 2012 se formó el Comité de Cogestión del a Modalidad de la Sonsera (CCMS). En él están involucradas la Administración central (Ministerio de Medioambiente), la Generalitat de Catalunya, el sector pesquero (26 embarcaciones), los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) –Instituto de Ciencias del Mar (ICM) y la sociedad civil a través de dos ONGs (WWF y Greenpeace).

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Desde entonces, los acuerdos que surgen del comité de cogestión son impulsados por los propios interesados y se basan en la corresponsabilidad, es decir, los pescadores actúan en consecuencia para garantizar la pesca del sonso en el futuro. Esto significa que la aplicación de las normas aprobadas es total, ya que la sanción sería inmediata en caso de incumplimiento.

El CCMS elaboró el Plan de Gestión de la Sonsera. A inicios del 2014 se presentó a la Comisión Europea, y después de su aprobación, éste fue oficializado por la Generalitat de Catalunya el 20 de marzo del 2014 mediante la Orden AAM/87/2014.

El Plan de Gestión de la Sonsera tiene un periodo de vigencia de 5 años en el que se detalla explícitamente el marco regulatorio de la pesquería. El recurso pesquero se gestiona bajo un enfoque ecosistémico y buscando el ajuste de las capturas al rendimiento máximo sostenible. Desde el inicio se crea un censo de las embarcaciones autorizadas y se limita su eslora (10m) y potencia motora (75kW). La Direcció General de Pesca i Afers Marítims facilita el derecho de pesca del sonso otorgando permisos especiales a embarcaciones que acreditan una captura histórica de sonso por un periodo de 5 años entre los años 2000 y 2010. El esfuerzo de las embarcaciones sonseras está limitado a la pesca del sonso y con excepcionalidad a la “llengüeta”. Cada año se limita la temporada de pesca y se asigna una cuota máxima de captura para toda la pesquería, la cual se distribuye por meses. Esta cuota mensual se divide por embarcaciones y por días. Se ejerce un control mensual del rendimiento de la pesquería en relación con la captura por unidad de esfuerzo de pesca (CPUE), pudiéndose reducir la cuota del mes siguiente o inclusive cerrar la pesquería. El Plan de Gestión de la Sonsera también acota las características físicas de la sonsera, así como las zonas y los fondos de pesca. A su vez, la gestión de las pesquerías incluye un control de descargas mediante obligatoriedad de descargar en solo los puertos autorizadas, así como un control estricto de los puntos de venta en lonja. Por último, el Plan de Gestión recoge un régimen de inspección y en caso de incumpliendo se puede proceder a las sanciones o incluso la suspensión del permiso.

La clave ha sido la puesta en marcha de las medidas establecidas en base a los estudios científicos y la toma de decisiones de manera compartida en la gestión de la pesquería. Destaca la reducción del esfuerzo pesquero y el cumplimiento estricto de las cuotas de captura establecidas.

En julio del 2015, el Comité de Cogestión decidió imponer un cierre total de la pesquería del sonso debido a una caída inesperada de las capturas. En abril del 2016 se reabrió de nuevo la pesquería, pero se estableció un calendario específico de pesca para cada embarcación con el fin de mantener un esfuerzo controlado. La tendencia de las capturas se ha visto mermada durante el 2016 y 2017 por los que se han tomado decisiones de gestión proteger el recurso como el continuado cierre de la pesca o la voluntariedad de algunos barcos de abandonar la pesca temporalmente. No obstante, esta caída de las capturas se relaciona más a factores ambientales, como la temperatura, más que a un exceso de explotación, lo que ha resultado en un peor reclutamiento de la población de sonso. Pescadores, científicos y administración y ONGs siguen trabajando conjuntamente para poder explicar las causas con más detalle y poder seguir ajustando la gestión de la pesquería.

SIGUIENTES PASOS

 

LECCIONES APRENDIDAS

 

La cogestión permite que en momentos de crisis durante la pesquería se valoren conjuntamente las alternativas y las decisiones se optimicen pensando en el interés común y proporcionar estabilidad y confianza en el proceso.

El comité de cogestión explora oportunidades para revertir los impactos socioeconómicos derivados de la pesquería. Además, este seguimiento más cercano de la actividad pesquera ha permitido reducir la pesca ilegal y el mercado negro del sonso.

Los pescadores afirman que un mayor empoderamiento en la toma de decisiones por parte del sector y el hecho de establecer cuotas de captura ha mejorado la eficiencia de la pesquería. El esfuerzo pesquero se ha visto reducido, por tanto se efectúa un menor gasto, lo que resulta en un aumento neto de los beneficios.  

 

 

Herramientas utilizadas

Otras iniciativas

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